Misael Sánchez
En el 113 aniversario del alma revolucionaria de México, el Gobernador Salomón Jara Cruz, en el epicentro representativo de los tres Poderes del Estado, proyectó la esencia del legado revolucionario con una retórica que resonó como un eco de rebeldía y libertad en la Ceremonia Conmemorativa.
En el histórico Jardín Madero, su voz, imbuida de convicción, hizo eco de las palabras de Ricardo Flores Magón, evocó la figura trascendental de Francisco I. Madero como catalizador de la democracia y rindió homenaje al caudillo del sur, Emiliano Zapata, símbolo de resistencia campesina e indígena.
«La libertad no se conquista de rodillas, sino de pie; la rebeldía es la vida, la sumisión es la muerte», palabras talladas en la piedra del discurso del Gobernador, que no solo conmemoran un pasado transformador, sino que proyectan un llamado al presente y al porvenir de un estado, Oaxaca, que ya ha acogido la primavera de un cambio tangible.
Jara Cruz no se limitó a rememorar hechos, sino que delineó con destreza la conexión entre aquel movimiento social iniciado en 1910 y su relevancia aún palpable en la actualidad. Un grito que resonó al recordar que no puede existir una nación próspera si su pueblo vive en la pobreza.
Estas palabras, como filo de espada, cortan la complacencia y exigen acción, compromiso y cambio.
Su discurso, más que palabras al viento, se convierte en una carta de navegación para una administración comprometida con el legado revolucionario, afirmando que en Oaxaca, el futuro es una realidad en proceso.
Una gestión que se erige sobre pilares de acción y una política social donde el pueblo es partícipe del rumbo de la nación.
La entrega del Premio Estatal del Deporte 2023 no solo celebra el talento y el esfuerzo de Sahara Monroy García, Xhunashi Guadalupe Caballero Santiago, Sebastián Williams Hernández y Guillermo Velasco Aragón, sino que enaltece la contribución al deporte como motor de cambio y superación en la sociedad.
Reconocer la labor de estos atletas y promotores no solo es un gesto, es la exaltación de valores y compromisos.
La imposición de insignias militares a quienes ascienden por su esfuerzo y dedicación enaltece el valor del servicio, la disciplina y el compromiso.
La cohesión entre la esfera civil y militar, en este contexto, representa un símbolo de integración y respeto por aquellos que velan por la seguridad y la soberanía.
Al culminar el acto, la ofrenda floral y la guardia de honor en el monumento a Francisco I. Madero son gestos que trascienden el simbolismo, reflejando el respeto y la continuidad de ideales que no se desvanecen con el paso del tiempo.
El Gobernador Salomón Jara Cruz, como arquitecto del presente y visionario del futuro, personifica un compromiso inquebrantable con el legado de la Revolución Mexicana.
Su discurso, enaltecido por la acción, lleva consigo la carga de la historia y la responsabilidad de un mañana transformado.
En su liderazgo y narrativa política, resplandece la promesa de un estado forjado en los ideales de justicia, bienestar y participación popular.
Así, en cada palabra y acción, se escribe una nueva página en la historia de Oaxaca, una historia que se teje con la fibra de la rebeldía y se cimenta en el legado eterno de la Revolución Mexicana.