13 noviembre, 2025
Oaxaca MX
AgendaOpinión

Me da “güervenza”

Cayetano Valencia —o, mejor dicho, Cayetanito, cuando todavía medía lo mismo que un diccionario gordo— aprendió la palabra vergüenza no por la Real Academia, sino por Javiercito, un niño de tres años con dientes de leche y lengua de trapo que, una tarde cualquiera en el barrio de San Juanito, soltó la frase que cambiaría para siempre su manera de escuchar el mundo:

—Me da “güervenza”.

Así, sin tilde y con toda la dignidad de quien se sabe incomprendido. Cayetanito, corrector prematuro, aspirante a gramático infantil y devoto de las sílabas, parpadeó dos veces como quien está a punto de lanzar un juicio ortográfico.

—¿Qué dijiste? —preguntó, calibrando la entonación, midiendo el acento, sopesando la sintaxis.

—Me da “güervenza” —repitió Javiercito, firme, casi ofendido por la torpeza de su interlocutor.

Cayetano imaginó garbanzos hirviendo. Pensó en alguna cerveza caliente, de esas que olían a tío crudo en domingo. Intentó acomodar la palabra en su cabeza como quien intenta encajar una pieza torcida en un rompecabezas ya viejo: “güervenza”, güer-ven-za, verbena, violencia, vergencia…. Nada. Aquello no existía. Era un error. Y, sin embargo, ahí estaba, palpitante, absurda, viva.

Y entonces ocurrió la epifanía: Javiercito no tenía miedo de los años. Tenía miedo de las Mañanitas.

—¿Te da “güervenza” cumplir años? —aventuró Cayetanito, con toda la cautela de quien interroga a un oráculo.

—¡No! Me da “güervenza” que me canten Las Mañanitas —respondió Javiercito, con el rostro encendido como tortilla inflada.

Y Cayetano, niño de verbo exacto, se tiró una carcajada muda. Porque no podía decir groserías, pero si hubiera podido, habría gritado: Qué pendejo soy.

Ahí entendió que la vergüenza no viene del diccionario. Viene del estómago.

+

Desde entonces, Cayetano supo que la “güervenza” era un idioma paralelo. Uno que no se enseña, pero se hereda. Un acento del cuerpo. Un tartamudeo del alma. Aprendió que hay vergüenzas que no tienen ortografía. Como la que se siente al abrir la boca y que no salga lo que uno quiere decir. O la que se traga cuando alguien nos canta con cariño, y nosotros solo queremos desaparecer. Pero, sobre todo, la pena ajena que se vuelve vergüenza.

Lo cierto es que hay una vergüenza silenciosa que no tiene nombre oficial. Es de las quedas. No figura en los manuales. Menos en los boletines. No tiene plural, ni conjugación. Pero vive. Respira. Se cuela entre las risas mal disimuladas, en los saludos fingidos, en las excusas que comienzan con “lo que pasa es que…”

Hay gente que se muere de vergüenza y nunca se entera. Y otros, como Cayetano, que logran convivir con ella como quien carga un gato dormido en la espalda: incómodo, tibio, y siempre a punto de despertar.

Y es que, si uno lo piensa, la “güervenza” no es timidez. Es más profunda. Más antigua. Es el miedo a ser visto. A ser señalado. A que alguien, algún día, nos cante Las Mañanitas y no sepamos qué cara poner.

Cayetano, ya de viejo, no le decía vergüenza. Le seguía llamando “güervenza”. Decía que así dolía menos. Que así, por lo menos, sonaba a infancia.

+

Hoy, este cronista tiene algo atravesado en la garganta. Una “güervenza” que no sabe bien por qué le ha vuelto. Tal vez fue por una mirada. Por algo que vio y no quiere contar. Por una palabra que dijo mal. O por una que no dijo nunca.

No importa. Lo cierto es que hay días en los que uno tiene ganas de escribir, y lo único que le sale, sin explicación, sin tilde, sin defensa, es:

Me da “güervenza”.

++++

Redacción de Misael Sánchez Reportero de Agencia Oaxaca Mx

+

NOTA: Un día de estos les presentaré a Cayetano. Se llama Cayetano Valencia y no vino a este mundo a gritar. Vino a corregir. A pronunciar lo que otros callaban. A escribir con tinta invisible lo que duele decir en voz alta. Yo le digo que es el sintagma errante.

 

Artículos relacionados

Entrega Nancy Benítez uniformes a la policía municipal de Xoxocotlán

Redacción

BRIGADAS OPERATIVAS DEL GOBIERNO JUCHITECO REFUERZAN EL APOYO A LA POBLACIÓN Y COLABORAN CON CFE ANTE AFECTACIONES ELÉCTRICAS POR EL FRENTE FRÍO NO. 13

Redacción

Reconoce VIII Bienal de Artes Gráficas “Shinzaburo Takeda” a 6 jóvenes grabadores, 3 son de Oaxaca

Redacción