Sandra Roldán / Asimetrías
El secretario de Gobierno de Oaxaca, José de Jesús Romero López, informó sobre la delicada situación en la comunidad de Arenal, municipio de La Lana, donde un conflicto religioso ha escalado a niveles preocupantes. La autoridad ha llamado al diálogo y ha enfatizado que no se tolerarán violaciones a la ley ni a los derechos humanos.
En el marco de la atención a conflictos de gobernabilidad, el Secretario de Gobierno de Oaxaca, José de Jesús Romero López, destacó la complejidad del conflicto religioso en la comunidad de Arenal, ubicada en el municipio de La Lana. Según informó, las autoridades locales han adoptado una postura radical fundamentada en el respeto a sus sistemas normativos internos, lo que ha generado tensiones significativas con un grupo religioso que se niega a participar en las actividades comunitarias tradicionales.
El conflicto, que se remonta a 2003 cuando se estableció un acta de asamblea que restringe la práctica de otras religiones en la comunidad, ha visto un recrudecimiento en Arenal, donde se ha manifestado una confrontación directa entre los miembros de la comunidad católica y los seguidores de otra fe. Ayer, la Subsecretaría de Gobierno intentó mediar un diálogo entre ambas partes, pero la movilización de simpatizantes religiosos impidió la reunión.
Las autoridades de Arenal han tomado la determinación de expulsar a los miembros del grupo religioso, basándose en acusaciones que ellos niegan. Ante esta situación, el Secretario Romero López hizo un enérgico llamado al diálogo y advirtió que no se permitirá ninguna acción que viole la ley o los derechos humanos de aquellos que profesan una religión diferente. Sin embargo, también subrayó la importancia de que, en el contexto de las comunidades indígenas, se cumplan las obligaciones comunitarias como el tequio y la participación en comités civiles.
El gobierno continuará fomentando el diálogo y estará atento a garantizar la seguridad pública para prevenir cualquier acto de violencia. Además, Romero López desmintió rumores sobre supuestos actos de violencia extrema contra los seguidores religiosos, instando a las partes a evitar discursos que puedan exacerbar las tensiones.
Finalmente, el Secretario de Gobierno celebró la liberación del palacio municipal de San Antonio Nanahuatipan, que había estado tomado por más de un año, lo que refleja un esfuerzo exitoso en la resolución de conflictos comunitarios en el estado.
