SANDRA ROLDÁN
Guanajuato, Gto.— Con un rotundo éxito, Oaxaca cerró su participación como estado invitado de honor en la edición 52 del Festival Internacional Cervantino, celebrada del 10 al 27 de octubre de 2024 en Guanajuato.
Durante la ceremonia de clausura, Víctor Manuel Vázquez Castillejos, secretario de las Culturas y Artes de Oaxaca, destacó los lazos culturales y de amistad que se fortalecieron entre el estado de Oaxaca, el pueblo de Guanajuato, y Brasil, país también invitado en esta edición.
“Nos llevamos el amor no sólo de los guanajuatenses, sino de todos los pueblos del Bajío que visitaron nuestra casa Oaxaca”, expresó Vázquez Castillejos, en un emotivo mensaje donde subrayó la diversidad cultural que Oaxaca presentó durante los 17 días de festival.
Con 77 actividades artísticas, culturales, deportivas y académicas, Oaxaca dejó una profunda huella en el público que asistió a los 16 foros proporcionados por el Cervantino.
Entre los eventos más destacados se encuentra la majestuosa presentación de la Guelaguetza, que reunió a más de 6,000 asistentes en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, y el convite inaugural en el que participaron 11 delegaciones de los pueblos originarios de Oaxaca, recorriendo las principales calles de Guanajuato ante miles de espectadores.
Además de las actividades escénicas, Oaxaca trajo consigo una rica muestra de su gastronomía, que conquistó a los asistentes con platillos como el mole de caderas, las garnachas del Istmo, y el mole amarillo de hongos. También se realizaron exposiciones artísticas con más de 120 obras de destacados artistas oaxaqueños como Francisco Toledo y Rufino Tamayo, y se ofrecieron conciertos, charlas académicas y proyecciones de cine.
Durante su intervención, Vázquez Castillejos resaltó que más de 50,000 personas visitaron la “Casa Oaxaca”, espacio donde se expusieron productos artesanales, gastronomía y bebidas tradicionales como el mezcal, que lograron ventas significativas de 3.8 millones de pesos.
Con este cierre, Oaxaca reafirma su papel como corazón cultural de México, dejando una huella imborrable en el Festival Internacional Cervantino y consolidando su vínculo con el público guanajuatense.