El secretario de Gobierno de Oaxaca, Jesús Romero, expresó su firme condena ante los actos violentos ocurridos recientemente en la Ciudad Administrativa, donde manifestantes agredieron a trabajadores estatales.
Asimismo, calificó estos hechos como «un exceso» y lamentó profundamente la conducta de los manifestantes, originarios de Tlalixtac, que irrumpieron en las instalaciones con palos y garrotes, cerrando el edificio.
Romero destacó en la conferencia del Gabinete de Seguridad que los manifestantes argumentaron que hace un año solicitaron a la Secretaría de Salud atender un supuesto problema de un basurero clandestino, y al no recibir respuesta, decidieron actuar de manera violenta.
Sin embargo, el secretario aclaró que este tema es competencia municipal y que la Secretaría de Salud no está facultada para intervenir en asuntos de residuos sólidos.
«Es inaceptable que hayan llegado con violencia cuando ya se les había ofrecido dialogar», afirmó Romero, señalando que el problema debería ser resuelto por las autoridades municipales correspondientes y no con acciones agresivas contra el gobierno estatal y sus trabajadores.
Subrayó que las personas responsables de los actos violentos están plenamente identificadas y que el gobierno del estado exigirá una disculpa pública por parte de las autoridades de Tlalixtac. Además, hizo un llamado a la paz y al diálogo, reiterando que la lucha social no debe basarse en la violencia y la agresión.
«Lo menos que merece el pueblo de Oaxaca y los trabajadores es una disculpa pública de la autoridad de Tlalixtac por estos hechos», concluyó Jesús Romero, asegurando que el gobierno estatal no tolerará actos de violencia y que tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos de todos los ciudadanos.