Sandra Roldán
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, compartió sus recuerdos y vivencias al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien realizó su última visita oficial al estado antes de concluir su mandato. Jara destacó la relación cercana que ha mantenido con el presidente durante más de tres décadas, así como su papel decisivo en el desarrollo de Oaxaca.
«El presidente ha caminado los 570 municipios del estado, siempre con el compromiso de mejorar la vida de los oaxaqueños. Hemos recorrido juntos una historia de lucha y transformación», señaló Jara, recordando las jornadas compartidas en la Sierra Juárez y el Éxodo por la Democracia desde Tabasco hasta la Ciudad de México, donde López Obrador comenzó su ascenso político.
Durante su visita, López Obrador inauguró el «Camino de Benito Pablo» en la Sierra Juárez, una ruta ecoturística que rinde homenaje a Benito Juárez, el prócer oaxaqueño que también iluminó el camino del presidente. Además, se supervisó el avance de la carretera Mitla-Tehuantepec, una obra que beneficiará a más de 80 mil personas en 13 comunidades, así como el emblemático puente en la zona de El Tornillo, que se prevé concluir en diciembre con la participación de la próxima presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Jara también hizo mención de las obras inconclusas en la entidad, como los caminos artesanales afectados por conflictos agrarios en San Juan Quiahije y Juquila, comprometiéndose a concluirlas. Además, recordó el compromiso de López Obrador con la infraestructura y el bienestar del estado, subrayando que a lo largo de su mandato, el presidente siempre mantuvo una disposición inquebrantable para impulsar proyectos clave en Oaxaca.
«Le decimos hasta siempre, no adiós, porque el presidente se va, pero su legado queda. Su compromiso con la izquierda mundial y su amor por Oaxaca permanecerán vivos en cada rincón de nuestro estado», concluyó Jara, visiblemente conmovido.
El gobernador destacó la importancia de esta última visita de López Obrador, que no solo marcó el cierre de una etapa, sino que dejó profundas huellas en el corazón del pueblo oaxaqueño.
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