Sandra Luz Roldán / Asimetrías
En un contexto político marcado por la especulación y las conjeturas sobre posibles cambios en la administración estatal, el pasado lunes, en la conferencia matutina, el Gobernador Salomón Jara dejó claro su compromiso firme de no renunciar a su cargo.
Ello no ha ocurrido en el Estado de la administración de Heladio Ramírez López a la fecha, pero hace pensar a los oaxaqueños sobre la importancia de la estabilidad gubernamental y la relación del gobierno de Oaxaca con otras figuras políticas de renombre, principalmente del gobierno federal.
El Gobernador Salomón Jara ha expresado desde ahora su determinación de cumplir con su mandato de seis años.
Además, como lo hizo su jefe político nacional, ha señalado su disposición a someterse a la revocación de mandato a los tres años, una iniciativa que presentó y promovió activamente.
Esta medida demuestra su confianza en su administración y su voluntad de rendir cuentas ante el pueblo de Oaxaca.
Es importante destacar que, a pesar de la negativa de Salomón Jara a unirse a un eventual gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum en el futuro, ha subrayado su respeto y aprecio por la coordinadora de los comités de defensa de la 4T.
Esta muestra de respeto mutuo y colaboración es un ejemplo de la madurez política que beneficia a ambas partes y, en última instancia, al pueblo de Oaxaca.
Siempre se dijo que el gran problema de Oaxaca era que desde el año 2000 no se «alinearon» los gobiernos panistas y después los priístas, con los mandatarios estatales por pertenecer a partidos distintos.
Y ello tenía una repercusión negativa en Oaxaca, sobre todo en el envío de las partidas presupuestales y el ejercicio del gasto público, sin contar las corruptelas y los subejercicios.
Ahora, el Gobernador también ha mencionado su compromiso con la gobernabilidad y la estabilidad en el estado.
Ha resaltado que Oaxaca no necesita enfrentamientos o divisiones políticas, sino más bien diálogo y cooperación entre todas las partes involucradas.
Esta actitud constructiva es fundamental para garantizar un ambiente político propicio para el desarrollo y el bienestar de la población.
A poco más de 10 meses del inicio del sexenio, Salomón Jara está demostrando que su enfoque es pragmático y centrado en el trabajo.
Todo parece indicar que no se deja llevar por provocaciones o distracciones, sino que se concentra en las necesidades reales de la gente de Oaxaca.
Su compromiso es evidente en su disposición a hablar con diversos grupos y mantener un diálogo continuo.
La decisión del Gobernador Salomón Jara de no renunciar a su cargo y su compromiso con la estabilidad gubernamental en Oaxaca son señales de su enfoque en el servicio público.
Su disposición a someterse a la revocación de mandato y su respeto por otras figuras políticas son ejemplos de una política basada en el diálogo y la colaboración. Estos valores son fundamentales para un gobierno efectivo y beneficioso para la población oaxaqueña.

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