Misael Sánchez
Unos días después de las últimas elecciones federales y locales, el gobierno federal hizo modificaciones a las reglas de comercio exterior para optimizar el transporte de mercancías a través del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Con ello se busca establecer esta ruta como un eje importante en la logística comercial internacional, mejorando la eficiencia y agilidad en el movimiento de bienes entre los océanos Pacífico y Atlántico.
El anuncio oficial, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 6 de junio de 2024, detalla la adición de la regla «Tránsito internacional de mercancías por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec entre las aduanas de Salina Cruz y Coatzacoalcos y viceversa».
Esta nueva reglamentación especifica las condiciones bajo las cuales se permitirá el tránsito internacional de mercancías por el corredor.
En primer lugar, en materia de Tráfico Terrestre se indica que se requerirá un pedimento de tránsito internacional para cada vehículo, que deberá portar los candados correspondientes. Las mercancías podrán agruparse bajo un solo pedimento, incluso si se transportan en varios vehículos, siempre que cumplan con ciertas condiciones específicas.
Y en Tráfico Ferroviario, similar al tráfico terrestre, cada vehículo ferroviario (furgón, góndola, tolva, etc.) requerirá un pedimento de tránsito internacional. Las mercancías podrán ampararse con un solo pedimento, aunque se trasladen en varios vehículos ferroviarios, siempre que cumplan con las normativas de candados y sellos.
Sobre las Responsabilidades y Plazos se indica que las personas físicas o morales, así como sus representantes legales y agentes aduanales, serán responsables ante el fisco federal del pago de contribuciones y cuotas compensatorias. El traslado de mercancías debe completarse en un plazo máximo de diez días naturales por tráfico terrestre y quince días naturales por tráfico ferroviario, utilizando las rutas fiscales establecidas.
Con relación a las Facilidades Administrativas se destaca que no será necesario garantizar ni anexar ciertos documentos al pedimento, y no se requerirá inscripción en el Padrón de Importadores para utilizar el corredor.
La implementación de estas reglas representa un paso significativo hacia la consolidación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec como un punto estratégico en la red logística global.
Al mejorar la eficiencia y reducir los tiempos de tránsito, se espera que este corredor atraiga una mayor cantidad de comercio internacional, beneficiando tanto a los importadores como a los exportadores.
Además, el desarrollo de esta infraestructura impulsará el crecimiento económico en la región, creando oportunidades de empleo y mejorando la calidad de vida de las comunidades locales.
La visión de un México más conectado y competitivo en el ámbito global está cada vez más cerca de ser una realidad, gracias a proyectos estratégicos como este.
Las modificaciones a las reglas de comercio exterior para el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec subrayan el compromiso del gobierno mexicano con el desarrollo económico y la mejora de la infraestructura logística del país.
El corredor no solo facilitará un comercio más eficiente, sino que también actuará como un catalizador para el crecimiento regional y la integración económica global.
Esta normativa permitirá a las personas físicas y morales aprovechar las ventajas del transporte terrestre y ferroviario, facilitando un comercio más ágil y eficiente.
Con la ambición de superar el éxito del Canal de Panamá, sobre todo por la falta de agua debido al cambio climático, este corredor aspira a convertirse en una vía de transporte crucial que conecte el puerto de Salina Cruz en Oaxaca con el puerto de Coatzacoalcos en Veracruz.
En los últimos años, se ha llevado a cabo una modernización intensiva de la infraestructura carretera y ferroviaria en estos estados, con el propósito de soportar el incremento en el flujo de mercancías.
El proyecto no solo busca mejorar la logística comercial, sino también fomentar el desarrollo económico de la región y se proyecta que el Corredor Interoceánico ofrezca una amplia gama de servicios logísticos nacionales e internacionales, incluyendo carga, transporte, almacenaje y embalaje, lo que contribuirá significativamente al comercio y la economía local.
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