MISAEL SÁNCHEZ
En Asamblea Informativa de Morena realizada en el imponente Auditorio Guelaguetza, Carolina Rangel Gracida, secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, recordó la esencia de un movimiento nacido en las calles y fortalecido en las urnas.
Ante la dirigencia estatal y nacional, así como cientos de militantes oaxaqueños, Rangel destacó la responsabilidad histórica de Morena: ser más que un partido, un compromiso vivo con el pueblo.
Desde el inicio, Rangel subrayó la importancia de estar en Oaxaca, la cuna de Benito Juárez, y destacó el lugar privilegiado que el estado ocupa en la historia reciente del país. “Qué felicidad estar en la tierra donde el mejor presidente de México reconoce que Juárez fue el mejor presidente de su época”, señaló, marcando el tono de un mensaje que hilaba presente y pasado.
Recordó que, hace más de una década, el auditorio albergó asambleas que dieron forma a un partido-movimiento, una estructura capaz de generar cambios por vías democráticas y también de acompañar las causas justas.
Rangel hizo un repaso de los recientes cambios en la dirigencia nacional, que ahora lidera Luisa María Alcalde como presidenta y en la cual la propia Rangel ocupa el cargo de Secretaria General. En su discurso, mencionó a los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, enfatizando su diversidad y compromiso con la continuidad de la Cuarta Transformación.
Con un enfoque en el relevo generacional, preguntó con entusiasmo a los jóvenes presentes: “¿Dónde están las juventudes?”, remarcando la relevancia de los jóvenes en la consolidación del cambio. Esta inclusión, indicó, no es solo simbólica, sino un reflejo de la estructura organizativa de Morena y de su apuesta por el largo plazo.
Uno de los momentos más destacados de su intervención fue la presentación del Decálogo para Autoridades emanadas de Morena, un documento que establece los principios fundamentales para el ejercicio del poder público.
Punto por punto, Rangel desglosó los diez compromisos que deben guiar a los funcionarios de Morena, desde la lealtad al pueblo y la austeridad republicana hasta el rechazo a la corrupción y la protección de los recursos naturales. A cada punto, la audiencia respondió con aplausos y afirmaciones, mostrando un respaldo rotundo al decálogo como un instrumento para la rendición de cuentas y la transparencia.
“Los recursos públicos se invierten en infraestructura y programas que atienden a quienes más lo necesitan,” subrayó Rangel, reafirmando el principio de que “por el bien de todos, primero los pobres.” Este lema, central en el ideario de Morena, refleja la visión de un gobierno enfocado en la justicia social y el bienestar colectivo. La secretaria general dejó en claro que estos principios no son negociables y que su aplicación debe ser vigilada y exigida tanto por la militancia como por la ciudadanía.
Con una referencia directa a las enseñanzas de Andrés Manuel López Obrador, Rangel afirmó que el decálogo es un reflejo de su legado, ahora continuado por Claudia Sheinbaum, la primera presidenta mujer en la historia de México. Para ella, el decálogo no es solo una guía ética, sino un recordatorio de que la función pública es un acto de servicio, de humildad y de compromiso inquebrantable con la gente. En su mensaje, expresó que este documento es la base para que Morena siga siendo, hoy y en el futuro, la “esperanza de México.”
Para finalizar, Rangel exhortó al Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Oaxaca a difundir el decálogo en cada rincón del estado, asegurando que su cumplimiento sea una realidad diaria. Insistió en que no se trata solo de “firmar y tomarse la foto,” sino de vivir esos principios en cada acción de gobierno. El desafío, afirmó, es que en los años venideros, Morena siga siendo una fuerza viva que representa las aspiraciones y sueños de los mexicanos, y que Oaxaca, con sus cuatrocientas cincuenta autoridades emanadas del partido, encarne este ideal en cada uno de sus municipios.
Carolina Rangel concluyó su discurso con una promesa y un desafío: que Morena no solo mantenga su compromiso con el pueblo, sino que inspire a futuras generaciones a seguir construyendo un México más justo y equitativo. Con la fuerza de sus palabras, Rangel dejó claro que el camino de la Cuarta Transformación apenas comienza, y que, para el partido-movimiento que representa, el servicio al pueblo no es solo un objetivo, sino la esencia misma de su razón de ser.
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