La automedicación es un mal hábito adquirido por la población al pensar que lo que hace bien a una persona puede ayudar a sanar a otra. Sin embargo, el hecho de tomar medicamentos sin ninguna supervisión médica puede traer serias consecuencias a la salud, en especial a los menores de edad, expresó la coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, doctora Karla Mendiola Ramírez.
Refirió que los padres de familia deben abstenerse de suministrar cualquier medicamento a las y los pequeños, pues la maduración de los órganos se produce desde el nacimiento hasta la pubertad, haciéndolos durante esta etapa más propensos a padecer enfermedades causadas por la mala suministración de fármacos.
La inmadurez de los órganos también condiciona el comportamiento del fármaco dentro del organismo, tanto en niños como en adultos, incluso la dosis va a depender de la edad y peso del menor; además, también se debe tener en cuenta los días que debe tomarse, ni un día más ni un día menos.
Finalmente, la coordinadora exhortó a los padres de familia a que, ante cualquier malestar, como: dificultad para respirar, un silbido al respirar, o sufrir un dolor agudo después de ingerirlo, debe llevarse al menor de manera inmediata con su médico familiar.