«Es mucho lo que se ha avanzado en las líneas estratégicas de la farmacia comunitaria, trabajando para la configuración de un marco para el desarrollo de una farmacia profesional, asistencial y más imbricada en la sociedad, pero es un proceso continuado en el que todavía queda mucho camino por recorrer.
El objetivo del IFC, por sus características y cualidades, es contribuir a mejorar la imagen del farmacéutico como agente de salud ante la sociedad, y en ese sentido lleva tiempo realizando acciones, entre las cuales la más significativa es la de los Encuentros de la UIMP de Santander, de los que se han extraído reflexiones y conclusiones importantes como una hoja de ruta para la oficina de farmacia (2010), la importancia del autocuidado y la automedicación responsables (2011), la necesidad de desarrollo de la cartera de servicios (2012), la asistencia al paciente pluripatológico y polimedicado mediante nuevas prestaciones farmacéuticas (2013) y, más recientemente, el cambio de paradigma de la curación al cuidado, que exige una redistribución de los recursos de la oficina de farmacia (2014).
Esta es la línea en la que el IFC desea seguir trabajando en el futuro, porque considera que en este momento:
· Existe un cambio demográfico intenso hacia una población envejecida que necesita una revisión y reorganización de los recursos sanitarios y sociales para tener una mayor calidad de vida.
· Existe un importante cambio en las motivaciones de los pacientes/clientes que además de precio buscan calidad, celeridad, comodidad, cercanía, participación, información y consejo de calidad. Todo esto exige adaptación por parte de la farmacia.
· La aplicación de las nuevas tecnologías a la Salud se está disparando, con cifras de crecimiento que se multiplican año a año, pero apenas el 10% de la información disponible en estos nuevos canales está validada y ofrece garantías. Es importante una mayor dedicación por parte del sector salud.
· Porque no todos los ciudadanos son iguales, y todos merecen una atención adecuada a sus perfiles y necesidades.
· La farmacia afronta un momento crítico en lo económico, y debe potenciar actividades que la provean de un nuevo valor sanitario de cara al paciente, que lleve implícito la compensación económica acorde al mismo.
Teniendo en cuenta todos estos puntos, el Instituto de Formación Cofares ha designado como objetivos:
· La búsqueda de propuestas concretas alineadas con los objetivos estratégicos definidos para la profesión farmacéutica.
· Acercar el valor de la farmacia como agente de sanidad al ciudadano.
· Adaptar la farmacia a las nuevas demandas asistenciales.
· Conocer las necesidades del paciente y adaptarse a sus expectativas.
· Mejorar los servicios prestados, reflexionar sobre los nuevos.
· Ser proactivos, promoviendo acciones multidisciplinares con el foco en el paciente.
· Potenciar la Farmacia Comunitaria como «espacio socio-sanitario integrador y de confianza».
Para conseguir estos objetivos el IFC apuesta, como no podía ser de otra forma, por desarrollar la formación del farmacéutico, y hacerlo tanto en el sentido de desarrollar nuevos proyectos de formación para una farmacia más asistencial y una actualización de los conocimientos del farmacéutico como mediante la promoción de acuerdos con universidades, industria farmacéutica, sociedades científicas, colegios profesionales y otras instituciones para desarrollar proyectos formativos alineados, buscando sinergias que hagan a todos los agentes del sector más efectivos. También se abordará una reflexión sobre los nuevos servicios profesionales, voluntarios y a elección del farmacéutico, deberían ser implantados cumpliendo unos requisitos comunes a todos y con consenso de los representantes de los profesionales.
La acción formativa CONCRETA se centrará en seis puntos fundamentales:
· Puesta al día de los conocimientos del farmacéutico comunitario necesarios para la atención a la cronicidad y al envejecimiento poblacional y a las enfermedades prevalentes.
· Promover acuerdos con Universidades, Colegios profesionales, Industria farmacéutica y sociedades científicas, para desarrollar proyectos formativos buscando sinergias, que nos hagan más efectivos en el objetivo común.
· Formación en indicación complementaria para promover el autocuidado y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
· Acuerdos y alianzas con plataformas de formación, desarrollados actualmente en otros países europeos.
· Formación en nuevas tecnologías, Redes Sociales y Aplicaciones de salud.
· Debate y Reflexión en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre los temas que sean de actualidad para el desarrollo y evolución de la farmacia comunitaria.
Acciones concretas para una farmacia comunitaria más integrada en el Sistema Sanitario:
· Presentación del decálogo de la Farmacia Comunitaria, como establecimiento sanitario concertado: Información al ciudadano: La Farmacia, garantía de seguridad y calidad sanitaria. Las farmacias podrán disponer de este decálogo para la zona de dispensación y atención farmacéutica.
· Presentación del proyecto FISA: La farmacia comunitaria como espacio socio sanitario integrador y de confianza.
Estas cuestiones, recogidas en un documento más amplio, son la base de una hoja de ruta para la farmacia basada en una idea concreta: «Todos los que tenemos responsabilidades relacionadas con la farmacia comunitaria tenemos el deber de aunar esfuerzos y construir esa farmacia profesional, asistencial, que la sociedad española demanda y necesita».
Todas las propuestas que se realizan desde el IFC tienen el más amplio espíritu de integración, colaboración y entendimiento con todos los responsables de tomar decisiones, colegios profesionales, industria farmacéutica, sociedades científicas y asociaciones de pacientes, ya que se considera que la puesta en común y la suma de esfuerzos amplía las posibilidades de alcanzar el objetivo común de la evolución y la mejora de la oficina de farmacia española.
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