A escasos dos años de que se tipificara en la entidad el delito de feminicidio, las estadísticas revelan hechos alarmantes que indignan a la comunidad.
Con más de 600 feminicidios en el sexenio, prácticamente un centenar cada año en el último lustro, la mayoría impunes, en Oaxaca es urgente adoptar medidas de prevención de violencia y de castigo a los crímenes de mujeres para acabar con la impunidad, señaló la activista Ciria Ortega.
“La indignación por los feminicidios es real. Cientos de familias y amigos de las víctimas mantienen la exigencia de que se haga justicia, porque no puede permitirse impunidad y falta de justicia para quienes han pedido la vida a manos de agresores cercanos”, indicó.
Señaló que es tal el grado de irritación que fue la misma sociedad la que obligó a las autoridades locales, principalmente al Poder Legislativo, a crear una norma que sancionara los feminicidios, porque durante muchos años los crímenes de mujeres se perdieron en las listas de homicidios dolosos y culposos.
“De verdad es lamentable que aún se cometan un alto número de feminicidios y que no se actúe con oportunidad o que no se adopten medidas que eviten la comisión del delito”, agregó.
También demandó que desde las instituciones se realicen acciones preventivas con el propósito de que los niños y las niñas, tengan una mayor conciencia sobre la necesidad del respeto mutuo.
A su vez, Cristina López Luis de la organización Manos Unidas por Oaxaca exigió a las instituciones poner en práctica políticas públicas que atiendan las demandas de este sector, pues hasta ahora lo único que se han tenido son paliativos y políticas erróneas.
La presidenta de la organización Apoyo Solidario en Beneficio de la Mujer Oaxaqueña, Ciria Ortega López, demandó que no quede impune ningún feminicidio registrado en Oaxaca.
Añadió que la saña con la que se han asesinado a muchas mujeres en Oaxaca, forma parte de una descomposición social que debe tener una sanción y que las autoridades de procuración y administración de justicia no deben permitir más impunidad.
También hizo un llamado a los maestros de educación básica a no permitir que en las aulas existan discriminaciones hacia las niñas y que se empiece a trabajar en una nueva cultura de respeto hacia las mujeres, pues en las medidas en que se les dé el lugar que merecen se tendrán menos abusos hacia el sector.
Reconoció que desde la sociedad han surgido esfuerzos para proteger a las mujeres, sin embargo señaló que el sector educativo es importante, fundamental, para que en el corto plazo, las nuevas generaciones tengan una nueva actitud hacia las mujeres.