SANDRA ROLDÁN
En un esfuerzo por consolidar la seguridad pública y la cohesión social en Oaxaca, Karina Barón Ortiz, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), destacó iniciativas clave para la prevención del delito, la profesionalización de las policías municipales y la promoción de una cultura de paz entre jóvenes y comunidades indígenas.
Durante la semana del 5 al 12 de septiembre, Karina Barón encabezó la entrega de patrullas en municipios que cumplieron con los requisitos del ejercicio fiscal, beneficiando a San Mateo Yucutindoo, Santa María Zaniza y San Jacinto Tlacotepec, quienes recibieron vehículos balizados para fortalecer sus cuerpos policiales. Esta acción se enmarca en el programa de apoyo a municipios que busca mejorar la capacidad de las policías locales para realizar labores de prevención y seguridad.
Una de las estrategias más significativas que la SESESP implementa es «Transformando Mentes: Construimos la Primavera de la Paz», un proyecto dirigido a adolescentes en coordinación con CONAVIN, el cual busca reeducar a jóvenes de media superior con perspectiva de género. En su reciente intervención, se trabajó con 112 alumnos y alumnas del CBTIS 26 de Oaxaca, una institución educativa de gran relevancia para la capital oaxaqueña. Este programa resalta el compromiso del Secretariado de impactar positivamente en las nuevas generaciones.
El fortalecimiento de los topiles, autoridades tradicionales en municipios con sistemas normativos indígenas, ha sido otra prioridad. A la fecha, se ha capacitado a 4,557 topiles en 183 municipios, con la región de los Valles Centrales y la Mixteca liderando en número de capacitaciones. Teotitlán del Valle fue una de las localidades donde se trabajó en cultura de la legalidad y detención ciudadana, reforzando el respeto a las tradiciones, pero adaptando el sistema a las exigencias de la seguridad moderna.
Barón Ortiz también subrayó la importancia de la certificación de las policías municipales, instando a las autoridades recién electas a cumplir con los requisitos de control y confianza para sus cuerpos de seguridad. En este sentido, programas como el FAS, dirigido a municipios con mayor incidencia delictiva, y el FOFIS, destinado a los más marginados, han sido fundamentales para dotar a estas comunidades de recursos como patrullas y uniformes.
Finalmente, Barón destacó los avances en la capacitación de mujeres y jóvenes como constructoras de paz, mediante la creación de redes comunitarias que promueven la seguridad en espacios públicos y el desarrollo de diagnósticos culturales para la prevención de la violencia. En particular, el programa «Mujeres Constructoras de Paz» ha tenido un impacto notable en municipios como San Antonio de la Cal y Santa María Coyotepec.
El trabajo del SESESP continúa con el firme propósito de garantizar que la paz y la seguridad sean una realidad tangible para los oaxaqueños, tanto en los municipios más grandes como en las comunidades más apartadas.
