El fenómeno de la migración que antes se concentraba en poblaciones rurales e indígenas, abarca ahora comunidades urbanas, como la capital del estado de Oaxaca, donde se registra la mayor expulsión de migrantes.
En los últimos 6 años un total de 28 mil 820 oaxaqueños emigraron al extranjero, principalmente a los Estados Unidos, reportó el Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Asimismo dio a conocer que de 62 mil 332 oaxaqueños registrados en consulados mexicanos en la Unión Americana –entre los que se cuentan 24 mil 862 mujeres y 37 mil 470 hombres– el 4.8 por ciento emigró de Oaxaca; el 3.1 por ciento de Putla, Villa de Guerrero, el 2.9 por ciento de Santiago Juxtlahuaca; el 2.8 por ciento de Tlacolula de Matamoros y el 2.4 por ciento de Silacayoapan.
Se reportó que un 45.2 por ciento de estos migrantes están en California; el 7.4 por ciento en Nueva Jersey; el 4.2 por ciento en Carolina del Norte, el 4.1 por ciento en Texas y un 4.1 por ciento en Nueva York.
De acuerdo al INEGI en Oaxaca la intensidad de migración por viviendas es del 3.23 por ciento.
A nivel nacional, según el reporte, en Oaxaca existe un elevado índice de migración.
Se destaca que entre los 20 municipios con el Índice Absoluto de Intensidad Migratoria más alto, al 2010, están San Juan Quiahije, San Bartolomé Quialana; San Lucas Quiaviní, San Pablo Tijaltepec, San Pedro Yólox; San Juan Quiotepec; San Agustin Atenango; Landa de Matamoros y San Juan Mixtepec.
Se informó además que en 2014 fueron repatriados 20 mil 785 migrantes oaxaqueños y se indicó que en ese año dos de cada 10 migrntes repatriados eran originarios de Michoacán y Oaxaca, los estados con menor número de repatriados fueron Bajja California Sur y Quintana Roo.
«La migración es un fenómeno cultural. No se puede evitar. Cada año cientos de jóvenes en edad productiva se suman al sector que busca llegar a los Estados Unidos y no necesariamente para tener ingresos para la subsistencia», señala Julia Díaz Santiago.
Como representante de un sector de migrantes oaxaqueños, dice que en menos de una década el fenómeno migratorio ha variado, pues cada vez más mujeres se suman a la migración, así como también egresados de instituciones de educación superior.
«Lamentablemente la falta de oportunidades de empleo y de desarrollo para quienes concluyen una carrera, los limita en el Estado y el país, por lo que deciden viajar a Estados Unidos, correr el riesgo y buscar un empleo en el que puedan ejercer parte de lo que aprendieron en las universidades», señala.
Refiere que profesionales egresados de escuelas de ingeniería, arquitectura y carreras administrativas terminan haciando oficios que no corresponden a sus estudios, pero que prefieren ganar dólares que tener ingresos mínimos en su país.
Consideró que las limitaciones que existen en Oaxaca son las que cada vez expulsan a más habitantes de las zonas rurales y urbanas, pues existe la idea de que siempre a los migrantes les va mejor.
Indicó que el fenómeno de la migración es tan complejo que hasta en las preparatorias y universidades los alumnos se preparan para abandonar la escuela e ir en busca del Sueño Americano, aunque admitió que en los últimos dos años la repatriación de migrantes aumentó y ello conlleva más riesgos para quienes pretenden cruzar la frontera, pues también las medidas de seguridad fueron reforzadas en las fronteras.