MISAEL SÁNCHEZ
En Oaxaca, este domingo la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, se dirigió en el Auditorio Guelaguetza a una multitud de militantes y simpatizantes en una asamblea informativa, donde exhortó a no bajar la guardia en la defensa de la Cuarta Transformación.
Acompañada del dirigente estatal morenista, Benjamín Viveros Montalvo, así como otras figuras clave de su partido, como Carolina Rangel Gracida y Andrés Manuel López Beltrán, Alcalde Luján destacó la historia de Oaxaca como una tierra obradorista, donde el actual movimiento de transformación ha contado con un respaldo inquebrantable.
En sus palabras, el éxito de Morena en este bastión no solo es motivo de celebración, sino de una responsabilidad compartida para asegurar que los principios de justicia y equidad que rigen al partido se mantengan vigentes.
Luisa María Alcalde recordó que la lucha por la Cuarta Transformación fue un largo recorrido que empezó mucho antes de que el partido llegara al poder, impulsado por la tenacidad y organización de sus seguidores.
En un tono cercano y fervoroso, recalcó que la victoria no debe conducir a la autocomplacencia; al contrario, la presidenta pidió a los presentes renovar su compromiso en la organización partidaria, asegurando que la lealtad y cohesión interna son las herramientas clave para mantener vivo el legado de transformación iniciado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
A su llegada a la presidencia del partido, Alcalde expresó la necesidad de construir una sólida estructura organizativa a nivel nacional, impulsada por la afiliación masiva de nuevos integrantes. Con una visión de futuro, la dirigente delineó un ambicioso plan de afiliar a diez millones de ciudadanos al movimiento, con la intención de convertir a Morena en un partido de largo aliento, que represente los valores y aspiraciones de las próximas generaciones.
Para Oaxaca, la meta es sumar a 70 mil nuevos militantes, tarea que Alcalde definió como fundamental para fortalecer la presencia de Morena en todos los rincones del estado.
Al hablar del presente y futuro de la Cuarta Transformación, Alcalde subrayó la importancia de la nueva etapa bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum Pardo, la primera presidenta de México. La transición, explicó, marca un nuevo «segundo piso» de la transformación, donde el enfoque se centra en profundizar las políticas de bienestar, inclusión y justicia social. Sheinbaum, dijo, es la continuidad de un proyecto que busca erradicar las desigualdades estructurales que han afectado históricamente a regiones como Oaxaca. La presidenta de Morena destacó las nuevas políticas anunciadas por Sheinbaum, como la ampliación de pensiones para mujeres y el acceso a becas para estudiantes, medidas que Alcalde considera esenciales para consolidar el cambio social en el país.
Uno de los momentos más significativos de su discurso fue cuando Alcalde invitó a las y los abogados del país a sumarse al proceso de renovación del poder judicial. Este es un paso sin precedentes en la historia de México, donde por primera vez los ciudadanos podrán elegir a jueces, magistrados y ministros. En este contexto, Alcalde animó a los abogados comprometidos con la justicia a registrarse para contribuir a un sistema judicial más justo y representativo, evocando el legado de Benito Juárez y su inquebrantable lucha por la ley y la justicia. La dirigente pidió a los oaxaqueños ayudar a difundir esta convocatoria, destacando que la justicia es un pilar fundamental de la Cuarta Transformación.
En la parte final de su discurso, Luisa María Alcalde recordó las palabras que Andrés Manuel López Obrador dirigió a las y los militantes de Morena al dejar la presidencia. El expresidente dejó una carta en la que llamaba a sus seguidores a anteponer siempre el interés de México y a evitar los vicios de la política tradicional, como la corrupción, la prepotencia y el nepotismo. Con esta referencia, Alcalde subrayó que la Cuarta Transformación es más que un cambio de gobierno; es un cambio en la forma de hacer política, un compromiso con la integridad y con el pueblo.
Para Alcalde, el mensaje es claro: la política de Morena debe diferenciarse de la de aquellos que, en el pasado, utilizaron el poder en beneficio propio, dejando a las comunidades en el olvido. La presidenta de Morena subrayó la importancia de la unidad interna, y alentó a los líderes locales, legisladores y gobernantes a ser ejemplo de honestidad y cercanía con el pueblo. El objetivo, dijo, es que el legado de López Obrador sea preservado y fortalecido, recordando que la política debe ser un instrumento de justicia y no de privilegio.
Finalmente, Alcalde cerró su discurso con una visión de Morena como un partido de base y de contacto directo con la ciudadanía. En su opinión, el partido necesita volver al origen, a la organización territorial, visitando cada rincón del país para escuchar las voces de las comunidades y sumarlas a un proyecto que representa un anhelo de justicia e igualdad. Con esta perspectiva, Luisa María Alcalde destacó la importancia de la unidad, la disciplina y la cohesión en el partido, para continuar el camino de transformación iniciado por López Obrador y seguir construyendo un México soberano, justo y solidario.
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