Para contribuir a la formación integral de las niñas y niños indígenas del albergue comunitario “Casa del niño indígena” de Santiago Xiacuí, el senador oaxaqueño Benjamín Robles Montoya gestionó ante la iniciativa privada apoyos para dignificar el dormitorio de esta institución educativa en beneficio de 200 estudiantes.
La contadora Maribel Martínez de Robles, esposa del legislador federal, apuntó que este apoyo es con el fin de que la niñez oaxaqueña vivan en mejores condiciones y así puedan aprovechar al máximo todo su potencial académico.
Destacó que más allá del exitoso trabajo político y legislativo que ha encabezado Robles Montoya a lo largo de sus tres años como representante popular, también ha conseguido el apoyo de importantes empresarios quienes han empezado a colaborar en la transformación del estado y demostrarle a las oaxaqueñas y oaxaqueños que las cosas sí se pueden lograr cuando existe voluntad.
“Necesitamos mejorar las condiciones de vivienda y de educación de las niñas y los niños de la Sierra Juárez, esa fue la encomienda de mi esposo el senador Benjamín Robles, contribuir a que tengan todo a su alcance para poder destacar en la vida como lo hizo Don Benito Juárez, quien logró transformar al país gracias a su perseverancia, dedicación y estudio; no dudo que de Santiago Xiacuí salga el próximo Benemérito de las Américas”, destacó Martínez de Robles.
En este sentido, le reiteró a la niñez indígena de diferentes instituciones educativas de la Sierra Norte que el congresista está impulsado una serie de acciones para contribuir a una mejor educación, que garantice la formación de profesionistas con un alto nivel de competitividad.
La compañera de Benjamín Robles destacó que el senador por Oaxaca nunca claudica cuando se trata de buscar acciones que abonan al progreso de Oaxaca; prueba de ello, reiteró, los diferentes programas sociales que ha creado para ayudar a los que menos tienen y más lo necesitan: “Vivir con Resultados”, viviendas gratuitas; “Sonríe”, jornada bucal gratuita; “Vive”, seguros escolares gratuitos; “Aprende”, Domo Mágico; y “Ya te vi”, jornadas de atención visual gratuita.
La Casa del Niño Indígena, dijo, es un ejemplo de unidad porque gracias a una suma de esfuerzos la niñez cuenta con los servicios alimentarios correspondientes para su sano crecimiento; atención médica y la disciplina que todo ser humano debe tener en la vida para alcanzar sus sueños, como lo hizo Don Benito Juárez.
Por ello destacó que Robles Montoya tocó varias puertas de la iniciativa privada para que los empresarios le donarán una considerable cantidad de colchones y lo logró. Ahora, puntualizó, esta gran familia de más de 200 niños, niñas y jóvenes que viven en el albergue tendrán un lugar digno donde descansar y prepararse para adquirir más conocimientos en la escuela.