Oaxaca exige ser escuchada en la Reforma Electoral
–
Misael Sánchez
En el corazón del Parque Primavera, símbolo de expropiación y resistencia, se llevó a cabo la audiencia pública convocada por la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral. No hubo promesas vacías ni discursos de trámite. Hubo advertencias, memoria y una consigna: la democracia no se decreta desde el centro, se construye desde los márgenes.
Arturo Zaldívar, enviado de la Presidencia y coordinador general de Política y Gobierno, fue claro: esta reforma no nace de una derrota electoral, sino de un gobierno que ganó con legitimidad y quiere corregirse. “Es la primera reforma que no se cocina en lo oscurito”, dijo. Y también la primera que, según él, será escrita por el pueblo y no por las cúpulas.
Zaldívar defendió el carácter itinerante de la Comisión. “Cada estado tiene su historia. Oaxaca no es Nuevo León ni Chihuahua. Aquí hay más de 500 municipios, más de 170 lenguas, una pluralidad que no cabe en un solo molde”. Llamó a las juventudes a apropiarse del proceso: “No son el futuro, son el presente. Esta reforma debe ser suya”.
El micrositio reformaelectoral.gob.mx, recordó, está abierto para recibir propuestas ciudadanas. “No somos poseedores de la verdad”, dijo. “Venimos a escuchar”.
El gobernador Salomón Jara no se anduvo con rodeos. Recordó que más del 70% de los municipios oaxaqueños se rigen por sistemas normativos propios. “No son reliquias del pasado. Son estructuras democráticas originarias que han garantizado elecciones sin violencia”, afirmó.
Propuso un cambio de fondo: dejar de llamarles “sistemas normativos indígenas” y reconocerlos como “sistemas normativos de los pueblos originarios”. No es semántica, dijo, es dignidad. “El término indígena carga con una visión colonial. Nuestros pueblos no necesitan tutela, necesitan reconocimiento”.
Jara exigió que la reforma electoral reconozca la pluralidad jurídica como parte de la democracia. “Oaxaca ha sido el laboratorio donde se han definido los derechos político-electorales de los pueblos originarios. No aceptaremos una reforma que nos borre”.
El consejero jurídico del estado, Geovany Vásquez Sagrero, abrió el acto con una frase de Juárez: “Nada por la fuerza, todo con el derecho”. Y desde ahí, trazó una línea entre la transformación política y la transformación judicial.
Recordó que, al inicio del actual gobierno, solo cinco de los 22 magistrados locales eran mujeres. Hoy, la mayoría lo son. “No se violó la Constitución. Se siguieron los procedimientos. Y hoy tenemos un tribunal electoral local integrado solo por mujeres. Eso nunca había pasado en Oaxaca”.
Vásquez hizo un repaso de las reformas electorales clave: la de 2007, que limitó la compra de espacios en medios tras la guerra sucia contra López Obrador; la de 2012, que legitimó el voto por voto; y la de 2014, que dio autonomía a tribunales e institutos electorales. “Todas fueron producto de luchas. Esta no puede ser la excepción”.
También defendió la expropiación del Parque Primavera, antes botín del llamado “Cártel del Despojo”. “Hoy es un espacio público, ganado con litigios y firmeza. Aquí florece la primavera oaxaqueña”, dijo.
La audiencia no fue un acto simbólico. Fue una advertencia: Oaxaca no aceptará una reforma electoral que ignore su historia, su pluralidad ni su derecho a decidir. Aquí, la democracia no se declama. Se pelea.
