+ El Tribunal Superior de Justicia abrió este martes el Centro de Convivencia Familiar Supervisada en la Calzada Madero
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 5 de noviembre de 2024 — Con la inauguración del nuevo Centro de Convivencia Familiar Supervisada (CECOFAM) en la capital del estado, el Poder Judicial de Oaxaca da un paso firme hacia una justicia socialmente responsable, con enfoque humanista y orientada a la protección de los derechos de la niñez.
La Magistrada Presidenta Berenice Ramírez Jiménez, acompañada de autoridades estatales, encabezó el evento y destacó el propósito de estos centros como espacios de encuentro seguro para niñas, niños y adolescentes en procesos judiciales de custodia y convivencia familiar.
Durante el acto, Ramírez Jiménez subrayó la importancia de brindar un entorno neutral y acogedor donde menores de edad, a pesar de las complejidades de la separación de sus padres, puedan compartir momentos significativos. «Proteger los derechos de los integrantes de las familias significa contribuir a una sociedad más armónica y humanizada», enfatizó la Magistrada, destacando que, solo en el primer trimestre del año, los juzgados familiares recibieron más de mil demandas en esta materia, lo que impulsó la creación de este y otros CECOFAM en distintos puntos del estado.
La psicóloga Victoria Hernández Antonio, coordinadora de los Centros de Convivencia Familiar, resaltó que estos espacios no solo son edificios, sino lugares de esperanza donde los niños pueden experimentar un vínculo saludable con ambos padres. «Aquí se ofrecen servicios de contención emocional, talleres de terapia familiar y convivencias virtuales supervisadas, siempre cuidando el respeto a los derechos humanos», puntualizó Hernández.
Con este nuevo CECOFAM y el compromiso de inaugurar seis centros adicionales, Oaxaca se convierte en pionera a nivel nacional, al sumar 12 de estos espacios en distritos como Salina Cruz, Tuxtepec, y Miahuatlán, entre otros. La entidad establece así una red de apoyo sin precedentes para familias en situación de vulnerabilidad, consolidándose como un referente en la protección de la infancia.
Estos centros no solo buscan facilitar la comunicación y el fortalecimiento de los lazos familiares, sino también ofrecer un modelo de justicia inclusiva y accesible que priorice el bienestar emocional de las y los menores involucrados en procesos de separación.