MISAEL SÁNCHEZ
Guanajuato, México – En un recorrido sin precedentes, la Compañía Teatro D´Bolsillo llevó a las calles empedradas de esta ciudad colonial el alma viva de la arcilla, transformando espacios históricos en escenarios de ensueño con su producción «El Encuentro de las Esculturas Vivientes de Barro».
Desde la vibrante Plaza San Fernando hasta el icónico Museo Regional de Guanajuato en la Alhóndiga de Granaditas, el público fue testigo de una odisea cultural que fusionó la tradición con la innovación, invitando a reflexionar sobre la esencia misma de la creación y la imaginación.
En el corazón de la Plaza San Fernando, donde las sombras de la historia se entrelazan con la vida cotidiana, las esculturas vivientes de barro de Teatro D´Bolsillo cobraron vida.
Con cada movimiento deliberado, desafiaron la percepción del público, haciendo borrosa la línea entre el arte estático y la performance dinámica.
Estas creaciones, fruto de la dedicación y la visión de los artistas, no solo representaban personajes, sino que encarnaban la esencia de Guanajuato: su riqueza cultural, su patrimonio arquitectónico y la indomable vitalidad de sus gentes.
A medida que las esculturas vivientes avanzaban por las calles de Guanajuato, el público era transportado a través de una narrativa visual y emocional que celebraba la identidad de la ciudad.
Cada paso era un homenaje a la historia que se respira en cada esquina, en cada edificio colonial y en cada mirada de sus habitantes.
La procesión, acompañada por la música y el canto, se convirtió en un acto de unión, donde el arte contemporáneo se fusionaba armónicamente con las tradiciones del pasado.
El Museo Regional de Guanajuato, alojado en la emblemática Alhóndiga de Granaditas, sirvió como telón de fondo final para este espectáculo itinerante.
Este edificio, testigo de la chispa que encendió la Guerra de Independencia de México, se vio transformado una vez más, esta vez en un espacio donde la independencia del pensamiento y la expresión artística fueron los verdaderos protagonistas.
Las esculturas vivientes de barro, parecían dialogar con las sombras de los héroes del pasado, en un intercambio silencioso pero elocuente sobre la libertad, la creatividad y la resistencia.
«El Encuentro de las Esculturas Vivientes de Barro» de Teatro D´Bolsillo dejó en el corazón de Guanajuato un legado que trasciende el barro y la performance.
Fue un recordatorio viviente de que el arte, en todas sus formas, es capaz de revivificar espacios, de fortalecer la identidad colectiva y de inspirar a nuevas generaciones a soñar, a crear y a transformar.
A medida que las últimas esculturas vivientes se despidieron de la multitud reunida en la Alhóndiga de Granaditas, el público se llevó consigo no solo el recuerdo de una noche mágica, sino también la promesa de un futuro donde el arte y la imaginación sigan siendo los pilares sobre los que se construye y se celebra la comunidad.