Sandra Roldán
El subdirector de la Secretaría de Salud de Oaxaca, Jesús Alejandro Ramírez Figueroa, ofreció este martes una actualización en la que destacó los esfuerzos de la campaña «Oaxaca Unida Contra el Dengue» y despejó las dudas sobre un presunto caso de MPOX en Tuxtepec, confirmando que los resultados fueron negativos.
El dengue, una enfermedad que cíclicamente afecta a municipios prioritarios como Miahuatlán, Oaxaca de Juárez y Juchitán, sigue siendo una preocupación mayor, especialmente tras el reciente aumento de casos durante la semana epidemiológica número 36. Con 151 casos confirmados en dicho periodo, Ramírez Figueroa detalló que el 50% de estos corresponden a dengue no grave, mientras que solo el 6.6% de los pacientes presentaron dengue grave, lo que ha ayudado a controlar las tasas de mortalidad, con un número estacionado de siete defunciones en las últimas semanas.
El dato más revelador es la capacidad de respuesta del sistema de salud. Durante esta semana, 61 pacientes requirieron hospitalización, principalmente en el régimen ordinario del IMSS, lo que revela la carga que esta epidemia coloca sobre las instituciones de salud pública. El trabajo de prevención ha sido exhaustivo: más de 41 mil viviendas fueron protegidas mediante nebulización, y 15 mil más con rociado espacial, abarcando un total de 37 municipios. A pesar de estos esfuerzos, el dengue sigue replicándose en espacios tan mínimos como una tapa de refresco o un cascarón de huevo, lo que subraya la importancia del llamado constante a la limpieza de patios y azoteas para eliminar criaderos.
El panorama del dengue es preocupante, pero no catastrófico. Ramírez Figueroa enfatizó que la mayoría de los casos se han logrado controlar gracias a una rápida atención clínica y a las estrategias de fumigación en zonas críticas. Sin embargo, este esfuerzo no solo corresponde a las autoridades, sino a toda la comunidad. La colaboración ciudadana es clave para reducir los focos de reproducción del mosquito transmisor, ya que un simple recipiente con agua estancada puede convertirse en el origen de un brote.
Aun con esta preocupación latente, el subdirector de la Secretaría de Salud también se encargó de calmar los rumores sobre un posible caso de MPOX en el municipio de Tuxtepec. Dos semanas atrás, el 13 de septiembre, se activaron los protocolos de análisis tras la sospecha de un contagio de esta enfermedad. Sin embargo, los resultados definitivos del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) descartaron completamente la presencia de MPOX en la región, confirmando que no hay motivos para alarmarse. Esta aclaración llega en un momento oportuno, pues con tantas crisis de salud coexistiendo, es vital que la población esté bien informada y que se evite la desinformación.
El esfuerzo por controlar el dengue y otras amenazas epidemiológicas es una carrera contrarreloj que exige no solo infraestructura y recursos, sino también una participación activa de la ciudadanía. La Secretaría de Salud de Oaxaca ha desplegado brigadas, insumos y estrategias de fumigación masiva, pero las lluvias seguirán siendo un reto constante. Así lo advirtió Ramírez Figueroa, quien recordó que este mes aún se espera una alta incidencia de lluvias que pueden perpetuar la reproducción de mosquitos en las zonas más vulnerables del estado.
En un entorno marcado por la persistente amenaza del dengue y la preocupación por posibles nuevos brotes de enfermedades, Oaxaca sigue adelante con un enfoque integral de prevención y respuesta. Desde la vigilancia epidemiológica hasta la limpieza en el hogar, cada acción cuenta en esta batalla diaria contra los fenómenos naturales y sus efectos en la salud pública.
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