Misael Sánchez
El secretario de Finanzas de Oaxaca, Farid Acevedo López, reveló en la conferencia del gobernador Salomón Jara los últimos avances en la gestión de la deuda pública del estado, heredada de administraciones pasadas.
Con una deuda total que alcanzó los 33 mil millones de pesos en noviembre de 2022, Acevedo explicó que las estrategias de reestructuración implementadas han logrado avances, aunque los desafíos continúan.
Desde el inicio de su administración, el equipo financiero encabezado por Acevedo ha trabajado en reducir las obligaciones financieras.
La deuda bancaria de 17,132 millones de pesos fue reestructurada, permitiendo un ahorro proyectado de 1,700 millones de pesos en intereses durante los próximos 25 años.
Esta maniobra financiera ha permitido aliviar la presión económica sobre el estado, aunque los pagos anuales de la deuda aún ascienden a 2 mil millones de pesos, de los cuales la mayor parte son intereses.
«Cada año destinamos cerca de 1,600 millones de pesos solo para intereses, mientras que solo 400 millones van a capital. Esto limita nuestra capacidad de inversión en otros sectores prioritarios», comentó Acevedo.
Sin embargo, no se trata únicamente de la deuda bancaria, sino también de importantes deudas con instituciones federales como el SAT, ISSSTE y FOVISSSTE, las cuales suman otros 16 mil millones de pesos.
Uno de los mayores retos ha sido la deuda con instituciones federales. Según el secretario de Finanzas, Oaxaca ha logrado reducir la deuda con el SAT de 9 mil millones a 5 mil millones de pesos, mediante pagos estratégicos que evitaron sanciones fiscales. «Es importante seguir este camino de pagos, ya que un incumplimiento podría llevar a la retención de participaciones federales, lo que agravaría la situación económica del estado», subrayó.
Por otro lado, señaló que las deudas con el ISSSTE y FOVISSSTE también han comenzado a disminuir. Hasta ahora, se han realizado pagos por 1,200 millones de pesos, lo que marca un avance significativo en el compromiso de sanear las finanzas públicas. Estos pagos no solo son necesarios para evitar futuras sanciones, sino que también benefician directamente a los trabajadores del sector salud, quienes verán reflejados estos montos en sus cuentas individuales.
A pesar de estos avances, la reestructuración de la deuda de Oaxaca no está exenta de riesgos. Acevedo mencionó que el éxito de esta estrategia depende en gran medida de las condiciones del mercado financiero y las tasas de interés, tanto a nivel nacional como internacional.
«Si no protegemos las tasas de interés adecuadamente, el ahorro proyectado de 1,700 millones podría evaporarse. Para evitarlo, hemos contratado instrumentos derivados, una especie de seguros financieros que nos garantizan un control sobre los pagos de intereses», explicó el secretario.
La reestructuración, si bien alivia la presión a corto plazo, extiende las obligaciones del estado a largo plazo, comprometiendo el futuro financiero de Oaxaca. Con la deuda reestructurada a 25 años, Acevedo enfatizó que el ahorro en intereses es solo el primer paso hacia una estabilidad financiera más amplia, pero que requiere una disciplina fiscal constante.
El gobernador Salomón Jara Cruz ha sido claro al señalar que la deuda que enfrenta el estado es un legado de gobiernos anteriores que manejaron irresponsablemente las finanzas públicas.
Siguiente artículo