+ !Reflexiones desde el Conversatorio «Perspectiva Latinoamericana de la Gastronomía Contemporánea»
Misael Sánchez
La culinaria, mucho más que un arte de sabores y texturas, se alza como un universo que trasciende lo sensorial, para adentrarse en lo identitario y lo transformador.
Bajo esta premisa, el reciente conversatorio «Perspectiva Latinoamericana de la Gastronomía Contemporánea», celebrado en la Facultad de Bellas Artes de la UABJO, fue un crisol de reflexiones y planteamientos que dibujaron el presente y el futuro de la cocina latinoamericana.
La sinergia entre los chefs de renombre internacional, como Alex Ruiz, Benito Molina, y el laureado Alex Atala, reveló una narrativa donde la cocina se erige como el vehículo por el cual se conectan las culturas, se revitalizan tradiciones y se honra la diversidad gastronómica.
En el crisol de ideas expuestas, resaltó la importancia de la revalorización de los productos locales.
Se hizo hincapié en abandonar prácticas que distorsionan la cadena alimentaria, abogando por una apuesta enraizada en la trazabilidad del carbono, el apoyo a los productores regionales y el consumo responsable.
Esta visión, más allá de ser una tendencia, se posiciona como un imperativo para conservar el entorno y las raíces de una cocina auténtica.
La identidad ocupó un sitial preponderante en las disertaciones.
Se destacó la relevancia de rescatar y exaltar los ingredientes distintivos de cada región, tales como el chile, el maíz, las hierbas y los pescados.
Esta reivindicación de lo local y lo tradicional es un cimiento esencial para la consolidación de una cocina arraigada en su esencia y autenticidad.
Sin embargo, este banquete de reflexiones también expuso los retos palpables del sector.
La dificultad para contratar personal calificado y el desinterés de las nuevas generaciones por incorporarse a esta labor fueron mencionados como desafíos latentes que amenazan el futuro de la gastronomía.
En un llamado a la acción, se instó a cultivar un sentido de equipo, respeto y formación integral en el ámbito culinario.
Se abogó por la comprensión del oficio en su totalidad, desde el rol del cocinero hasta el del mesero, promoviendo así un ecosistema más colaborativo, donde la excelencia y la sostenibilidad se entrelazan.
El conversatorio arrojó luces sobre el presente y futuro de la gastronomía latinoamericana.
Es momento de asumir el desafío de preservar la identidad, abrazar la sostenibilidad y fomentar la creatividad como catalizadores del cambio en este universo de sabores que, más que alimentar el cuerpo, nutre el alma de una sociedad ávida de autenticidad.
La cocina, en su magistral simplicidad, es el crisol donde se funden los saberes, se celebran las identidades y se construyen las memorias más gustativas del mundo.