MISAEL SÁNCHEZ
En un emotivo evento que ha quedado marcado en la memoria de los participantes, la Secretaria de Turismo, Saymi Pineda Velasco, tuvo el privilegio de asistir al Encuentro de los Pueblos Originarios y Afromexicano de Oaxaca. Este significativo encuentro, que se llevó a cabo en la icónica Plaza de la Danza, contó con la distinguida presencia del Vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca Céspedes, y del Gobernador del Estado, el Ingeniero Salomón Jara Cruz.
La cita reunió con orgullo a representantes de los 16 pueblos originarios y afromexicano, así como a destacados miembros del Gabinete Legal tanto del gobierno oaxaqueño como del Estado Plurinacional de Bolivia. El propósito de este trascendental evento fue fortalecer los lazos de unidad entre los pueblos originarios de Oaxaca y esta nación hermana. Además, se destacó la importancia de que los gobiernos se mantengan siempre al servicio del pueblo y se reconoció la innegable influencia que los pueblos originarios ejercen en diversos ámbitos como la cultura, la política, el arte y la vida comunitaria.
El lema que resonó en cada intervención fue «Somos #TierraOrgullosaDeSusRaíces», una poderosa afirmación que enaltece la herencia ancestral y lingüística que nos define como pueblos. En este encuentro de corazones y mentes, también se exaltaron los valores comunitarios que tanto nos identifican, tales como la Guelaguetza y la gozona. Además, se subrayó la relevancia de la libre autodeterminación de las comunidades como motor de transformación para el futuro de #Oaxaca.
La Secretaria de Turismo, Saymi Pineda Velasco, expresó su emoción y gratitud por participar en un evento que fortalece la identidad cultural y la unión entre los pueblos originarios. Durante el encuentro, destacó la importancia de preservar y promover nuestras tradiciones y patrimonio, afirmando que son la esencia que nos conecta con nuestras raíces y que deben ser protegidas con dedicación y cariño.
El Encuentro de los Pueblos Originarios y Afromexicano de Oaxaca dejó en claro que la colaboración entre naciones y la valoración de nuestras raíces culturales son pilares fundamentales para el progreso y la cohesión de nuestras sociedades. La memoria de esta jornada trascendental perdurará como un símbolo de unidad y esperanza para las futuras generaciones.
